He venido a escribir del Mar Caribe y siempre acabas en mi boca. Qué azul, que azul este mar y este cuento. Que me sirva este momento que guardo la retina y veo cuando cierro los ojos, para tener fuerzas siempre a la vuelta a la vida en mis despertares con campanas de mi pueblo. Que me llegue la fuerza del mar, tal cual lo estoy sintiendo ahora, con esa brisa que mueve las cortinas con el amor que hago cada mañana. Voy a casarme conmigo, ahora mismo, en una playa de Colombia, antes de que acabe este verano y empiece el de España, como prometí. Como esto era todo lo que yo quería y me lo he regalado, lo celebro y continúo mi camino, mis sueños grandes que esperan muy lejos de aquí.